- Frutas: Se recomienda el consumo diario de 3-4 piezas de fruta y esto se debe a que son ricas en vitaminas y minerales, a que generalmente no aportan muchas calorías y además muchas de ellas nos ayudan a alcanzar las necesidades hídricas.
- Verduras:
Consumir en forma de ensalada o cocinadas 1-2 raciones al día nos ayuda a
cubrir (junto a las frutas) las necesidades de vitaminas y minerales. Además
son una buena fuente de fibra, algo importante para una buena salud intestinal.
- Pan, pasta y cereales: Deben estar presentes en cada toma que realicemos ya que son nuestra fuente principal de energía.
- Lácteos: Son una fuente importante de proteínas y de Calcio, con lo que no debería faltar en nuestra dieta al menos 2-3 raciones diarias. Es recomendable evitar los lácteos enteros por su alto contenido en grasa y optar por las versiones semidesnatadas.
- Legumbres: Son una gran fuente de proteínas, fibra y minerales como el hierro que debemos incluir en nuestra dieta al menos 3 veces por semana. No sólo podemos consumirlas en “caliente” si no que también se pueden consumir en forma de ensalada.
- Carne y
pescado: Son las fuentes proteicas por excelencia y de mayor valor
biológico que las proteínas de origen vegetal. Se recomienda un consumo de 3-4
raciones por semana, evitando el exceso (que no significa que debamos
evitarlos) de los tipos más grasos y optando por carnes magras como el pollo y
pescados blancos.
- Frutos secos: Aunque son una buena fuente de energía y no conviene excederse en su consumo, son ricos en ácidos grasos esenciales fundamentales en nuestra dieta. Con un puñado 3-4 veces por semana sería suficiente.
- Aceite de oliva: El también denominado “oro líquido” no puede faltar en nuestro día a día, aunque por el hecho de ser una grasa está estigmatizado. Está compuesto por ácidos grasos monoinsaturados que nos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, entre otras cosas, porque elimina el exceso de “colesterol malo” (LDL-colesterol).
- Agua: El agua, a pesar de ser un elemento no calórico, debe estar muy presente en nuestra alimentación diaria para evitar situaciones de deshidratación y conservar un correcto balance hídrico. Debemos consumir al menos 1,5L al día tanto en agua pura como en forma de infusiones o caldos.
¿Qué alimentos no pueden faltar en la dieta diaria?
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